Carretilla autónoma: el primer paso hacia un parque de maderas sin boli ni papel

Imagina un parque de maderas donde los paquetes hablan y una carretilla se mueve sola para buscarlos, cargarlos y llevarlos al siguiente eslabón de la cadena sin necesidad de escanear ni anotar nada. Ese es el piloto que Finvalia está poniendo a prueba dentro de la línea de intralogística inteligente, junto a otras tres piezas clave: RFID, un SGA común y un gemelo digital.

¿Por qué una carretilla autónoma?

En los últimos años la capacidad productiva de las plantas ha crecido, mientras los espacios de almacenamiento se han reducido. El resultado: más rotación, más referencias y menos tiempo para preparar expediciones just-in-time. La escasez de mano de obra cualificada añade presión extra y hace urgente automatizar las tareas repetitivas de localización y movimiento de paquetes.

Cómo funciona el piloto de carretilla autónoma

  1. Etiquetas RFID a medida del sector madera. Cada paquete se identifica con un tag robusto que resiste la intemperie. Las antenas leen el movimiento en tiempo real y envían los datos al SGA.
  2. Gemelo digital del parque. Imatia consolida las lecturas de RFID y otras señales en un modelo 3D vivo. Esto permite simular rutas y asignar misiones a la carretilla sin interferir con la operativa real.
  3. Vehículo guiado autónomamente. Sobre la base de ese gemelo, la carretilla recibe órdenes de recogida y entrega. Los primeros ensayos ya muestran que el recuento de inventario, que antes ocupaba a toda la plantilla durante varios días, podrá completarse en un solo día con cinco personas gracias a la combinación de RFID y vehículo autónomo.

Impacto esperado de la carretilla autónoma

  • Stock 100 % fiable en tiempo real: fin al paquete perdido y a los embarques erróneos.
  • Productividad: menos trayectos en vacío y reducción drástica de los tiempos de búsqueda.
  • Seguridad: menos tráfico de carretillas tripuladas y, por tanto, menos riesgos en patio.
  • Trazabilidad cadena completa: Finsa etiqueta el tablero, Puertas Vales añade la puerta y Couceiro valida la entrada en su almacén, todo sobre la misma plataforma.

Este piloto es sólo el punto de partida. Cuando el vehículo autónomo domine el parque de maderas, la misma lógica podrá escalar a otros almacenes interiores, integrar básculas automáticas o alimentar la predicción de demanda. El camino hacia un flujo logístico conectado de extremo a extremo ya está en marcha gracias a Finvalia.

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