Steam Explosion: cuando la innovación de 1926 impulsa la economía circular del MDF

En Finvalia creemos que mirar al pasado puede abrir puertas al futuro. Un buen ejemplo es la tecnología steam explosion, patentada en 1926 por Mason, discípulo de Thomas Edison, para obtener fibras a partir de astillas de madera. 

Casi un siglo después, la rescatamos para afrontar uno de los grandes retos del sector: reciclar tableros MDF y darles una segunda vida más allá de la combustión.

¿Cómo funciona steam explosion?

El proceso consiste en introducir pequeños trozos de MDF en un reactor con vapor saturado; asegurando un tiempo de permanencia adecuado en contacto con el vapor antes de liberar bruscamente la presión. Ese cambio instantáneo aumenta el volumen específico del vapor y genera fuerzas de tracción que rompen los enlaces de resina y separan las fibras sin dañarlas, dejándolas listas para fabricar nuevos productos.

Objetivos del piloto 

  1. Escalar la técnica: pasar de pruebas de laboratorio a una línea piloto capaz de procesar 1 t/h y, en una segunda fase, 2 t/h de MDF postconsumo.
  2. Cerrar el ciclo de la fibra: reincorporar el material recuperado a la producción de paneles y otros compuestos de alto valor.
  3. Reducir residuos y CO₂: disminuir la fracción destinada a incineración y la huella de carbono asociada.
  4. Explorar nuevas biorrefinerías: aprovechar las corrientes resultantes (lignina, extractivos, etc.) para obtener productos químicos renovables.

Resultados esperados

  • Recuperar hasta el 90 % de la fibra con propiedades mecánicas comparables a la madera virgen.
  • Ahorrar energía frente a procesos tradicionales de refibrado.
  • Generar nuevas materias primas para adhesivos, biocomposites o trementinas, abriendo líneas de negocio sostenibles.
  • Demostrar la viabilidad industrial de un modelo circular aplicable a otras plantas y materiales lignocelulósicos.

Con este piloto, Finvalia vuelve a demostrar que la innovación también consiste en redescubrir tecnologías olvidadas y adaptarlas a los retos actuales. Seguiremos informando de los avances, y de cómo un hallazgo de 1926 puede marcar la diferencia en la madera técnica de 2026.

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